Picos picapinos

Acabada la traducción que me había mantenido ocupado ininterrumpidamente desde junio del año pasado, salí esta mañana a estirar las piernas.

Pico picapinos (Dendrocopos major)

Pico picapinos (Dendrocopos major)

En el camino que baja desde San Lorenzo de El Escorial, atravesando el parque, hasta la Casita del Príncipe, la algarabía de pajaritos demostraba que la primavera se acerca, que el clima nos tiene  a todos locos o que las aves se exaltan más que la gente a la vista del panorama global. Los que más ruido hacían, porque lo hacían a cabezazos contra los troncos de los grandes pinos que bordean el susodicho camino, eran los picos picapinos (Dendrocopos major), que de dos en dos volaban de un árbol a otro, se perseguían y paraban de vez en cuando a repiquetear un poco con esos cráneos blindados que tienen. Bueno, con el pico.

Viendo que iban por pares y la alegría que llevaban en el cuerpo he supuesto que se dedicaban a marcar territorio -cada repiqueteo de los que estaba observando recibía respuesta a mi espalda de algún otro-, pero al consultar guías y librotes he visto que, al menos la que veía más activa y repiqueteadora, era una hembra, porque no tenía ni rastro de rojo en el cogote.

En cualquier caso, hemos conseguido detener a la gente en medio del paseo (todos a mirar hacia arriba, a ver a qué le estaba haciendo fotos) y que un señor que pasaba por allí y que podría ser mi padre (por edad, no se me parecía) mirara y reconociera por primera vez en su vida un pájaro carpintero.

Pico picapinos (Dendrocopos major)

Pico picapinos (Dendrocopos major)

 

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